Rebajas 3ª parte .Y el lobo llegó!



Si, el lobo llegó (Y nos pilló con los armarios llenos)
Pero lo peor estaba por llegar y llegó el 2012 y nuestras Pocholas se asustaron de verdad y parecieron espantarse.
El lobo había llegado y no quedaba ni un cordero a salvo,  pero aunque sus compras ya no eran tan sustanciosas su actitud seguía siendo educada, correcta, razonable. Se nos habían vuelto muchas de ellas filosóficas y se debatían entre el ser o no ser y los cada vez más habituales “lo pensaré…” y empezamos a oír por doquier una nueva y funesta letanía: “en realidad no lo necesito”.


Otras muchas tal vez por culpa de la ansiedad que les había llevado a la bulimia, tal vez porque con los recortes ya no había para pagar el gimnasio, tuvieron como escusa  el tener que adelgazar para prorrogar la compra del bikini.
Y las Pititas cada vez se volvían más numerosas y pasaron de consumir a consumirse en un quiero y no puedo que las hacía sentirse frustradas y como amargadas y se nos llenaron las tiendas de peticiones imposibles.

Desde entonces comprar algo, cualquier cosa, tenía que superar rigurosos exámenes  de calidad e idoneidad.

Se tratara del artículo que se tratara tenía que satisfacer tantas expectativas, pasar por un control tan exhaustivo que era imposible cubrirlas todas y empezó a dar igual lo bonitos que tuviéramos los escaparates y lo bien surtidas que estuvieran nuestras repisas y nuestros percheros. Nunca era suficiente!

Si te pedían un sujetador que se fabricaba en 6 colores y solo -¿solo?- lo tenías en stock en 5 colores, siempre acababan queriendo el color que no tenías aunque fuera un color boñiga de vaca horrendo, o si el sujetador tenía la posibilidad de conjunto con 5 modelos distintos de bragas y a ti te faltaba la talla XXL de la tanga hilo dental justo esa era la que querían comprar aunque la señora pesara 45 kilos, pero es que “le gustaba que le tapase bastante…”

Para muestra un botón:

Una señora vino buscando “EL PIJAMA” no un pijama, no, EL PIJAMA.
-Qué mono….!(Señalando un pijama de algodón con corte masculino)Es de algodón 100 x100 o tiene mezcla?
-100 % algodón mercerizado…es una maravilla.
-Si, está abierto por delante pero tiene cuello y eso no acaba de gustarme…
-Tiene bolsillos….
-Si dos, es la gracia del pijama (acababa de irse sin comprarlo una señora precisamente por que no le gustaban los pijamas con bolsillos)
-No si me gustan los bolsillos, sin bolsillos no “me apaño”…
-Si, son muy prácticos (¿?)
-Parece que tiene las “costuricas” planas…..Sólo lo tenéis en este color?
- Además de rosa está en celeste, crudo y negro.
-No, de llevármelo me lo llevaría en rosa porque celeste ya tengo, el negro es muy oscuro (¿¿….??) y el crudo muy sucio  (¡¡….!!).
-Tendrás la talla 46?
-de la 42 a la 50
-Parece que no da mucha talla…el pantalón tiene goma o es de cordoncillo?
-Tiene cinturilla de goma pero muy suave.
-Es que a mi todo me aprieta.
-(A mi últimamente sólo las clientes) no, mire que elástico es.
-Si la verdad es que parece que si. Y tendrá bastante tiro?
-(A estas alturas yo me pegaría uno) ¿Quiere probárselo a ver cómo le queda?
-Si que me lo voy a probar si, que en la percha se ve muy bonito pero lo mismo luego no queda bien…
-Si, ya verá que bien le queda, tiene un patrón que sienta muy bien. (¿Cuántas veces dice un comerciante esta frase en su vida?)
Se lo probó en tres de los cuatro colores, en “el sucio” y el negro oscuro también y tras un buen rato en el probador no se llevó ninguno porque se había dado cuenta de que no traía botón de cortesía! (un fallo imperdonable del fabricante) y si se le perdía alguno luego tendría que cambiarlos todos y eso “le daba muchísima rabia…”

Con la crisis y la inseguridad económica reinante, las clientes se habían vuelto exigentes en exceso, tenían de todo y en cantidad y en poco tiempo se pasó de comprar “por que sí” a no comprar “por que no”. Y hasta las Pocholas habían pasado de comprar fluidamente a comprar “poquito pero bueno” y enseguida a comprar “poquito y barato” y habían terminando por no comprar.
Las calles empezaron a quedarse desiertas, incluso de ruidos y las tiendas llenas de mercancía a rebosar pero cada vez más y más vacías de clientes que daba pena ver a las dependientas hasta aburridas.

No se veían bolsas por las calles, las Pocholas no salían por no gastar y si acaso alguna salía eran las Pititas para mariposear de tienda en tienda y seguían con sus peticiones cada vez más imposibles y también las Pitirritantes que pasaron de impertinentes a sufrir de una hiriente incontinencia verbal.
Estas últimas apenas asomaban por la puerta -la temporada recién recibida-, para preguntarte si tenías rebajas, todo les parecía poco, feo o carísimo y si compraban algo te amenazaban con devolvértelo porque sospechaban que cuando llegaran a casa iban a cambiar de opinión (y no pocas veces cumplían su amenaza)
Vender había pasado de ser un trabajo agradable a una variedad de lucha cuerpo a cuerpo, un pulso dialéctico en donde el vendedor siempre llevaba las de perder ( la venta, el cliente, la alegría) si la prenda llegaba a la caja antes de marcarla te sometían al tercer grado:

-En cuanto me lo vas a dejar? ……-Esto en qué se queda?....-Cuanto le vas a quitar? Mira que estamos en crisis!

Desertadas las Pocholas quedaban Pititas y Pitirritantes para defender la temporada y cuando digo “defender” es que cada venta se convertía casi en un ejercicio dialéctico de defensa personal.
Asi las cosas, esta temporada a parte de corta ha sido dura como ninguna que yo recuerde 25 años atrás. 
En marzo, abril o mayo solo se vendió lo estrictamente necesario, por no haber este año, no hubo ni vacaciones de Semana  Santa ni comuniones y si las ha habido, no han estrenado ni las medias…
Y llegó el sol y las marquesinas de todas las paradas de autobús y las playas se llenaron de Bikinis Hechos y Maltrechos a 4,95€ la pieza y los comerciantes empezaron a ponerse nerviosos y a lanzar campañas encubiertas  de rebajas adelantadas.

15 días antes de la noticia del telediario sobre las rebajas, las Pitirritantes más radicales nos amenazaban en cada compra:

-Si las rebajas ya están ahí. 
-Mira luego me va a dar mucha rabia ver que lo que me llevo ahora “lo das” a la mitad…


-No mujer, hoy es 15 de junio… este modelo no llega a las rebajas ¿ No ve lo bien que le sienta, la calidad que tiene y el precio tan estupendo?


-Si, si pero dentro de nada a la mitad, ya lo verás y entonces me voy a enfadar...

La semana anterior a las rebajas, la última de Junio tuvimos mucho trabajo y pocas ventas, las tiendas parecían animarse, colas en los probadores de clientas que querían probarse el bañador a por el que vendrían en cuanto se colgase el letrero de “rebajas” al lunes siguiente.

-¿A qué hora abrís el lunes?

Daba igual que a tus clientes y a las caras conocidas les propusieras hacerles un descuento por anticipado, ellas estaban seguras de que el lunes al abrir todo y en todas partes bajaría su precio a la mitad.
Y en las colas se oía:

-En algunas tiendas hasta el 70% de descuento van a hacer.

-Si es que están asfixiados los pobres…

-Si hija pero a río revuelto…ganancia de pescadores…



Y llegaron las rebajas del verano 2012


Y hasta en los telediarios empezaron a decir que los señores comerciantes ya no se frotaban las manos y que la gente apenas compraría en estas rebajas de tan parado que esta  nuestro país y nuestra economía... (Continuará)