Después de un septiembre negro donde las ventas aflojaron hasta la desesperación, empezamos hoy estrenando el mes de octubre, estrenando la semana y estrenando competencia.
Ahora somos más para compartir la tarta que cada vez se va
quedando más pequeña, ha habido otras tiendas de lencería y corsetería que se han ido abriendo
y cerrando en este barrio, con todas hemos tenido que sufrir idéntico proceso:
la apertura y revolución en el barrio, la pugna por usurparme las marcas que trabajaba y después cuando el tedio o las
deudas han acabado por decepcionarlas, hemos tenido que aguantar estoicamente los meses de liquidación y las ofertas , hasta que por fin han terminado de cerrar.
La diferencia entre las que ya se han ido y esta que está
hoy de inauguración, es que han tratado de desbancarnos por la retaguardia, con armas sutiles o no tanto pero nunca ha sido una confrontación abierta.
También las otras eran novatas o más
jóvenes o más “mariquilla la fantástica” creyendo que de un par de codazos o de
soplidos mi pequeña tienda, sería fácilmente derribada.
Tantas veces ha venido amenazador el lobo, que nadie se toma
enserio una amenaza más.
Yo sí, porque el enemigo es poderoso, sabe y conoce el negocio
y es una franquicia de marcas muy conocidas, porque tiene tiendas también en otras provincias que le avalan, en nuestra
ciudad ya tiene otra- y porque yo se que esta vez han venido a por mí justo cuando el
momento es más crítico, cuando tanto tiempo llevamos aguantando ya, cuando tantas tiendas han acabado por cerrar.
Hoy ha abierto en mi barrio y en su escaparate ha enarbolado lavandera del
pirata, cómo si no puedo interpretar el que en su escaparate principal, el
primero y más importante, haya escogido para atraer a la clientela el mismo
conjunto de pijama y bata que tenía puesto yo: Poca clase y mala baba.
La reacción no se ha hecho esperar: ya han venido a comparar precios, sólo le deseo que todas
mis Pitirritantes la visiten con la misma
asiduidad con que me visitan a mi, Las Pititas se que sí, -ellas son así-y en cuanto
a las Pocholas…tengo que aceptar que en lo comercial, hace tiempo otros muchos valores pesan más que la fidelidad , va en preferencias y... ojalá me prefieran a mí.
Y digo a mí porque la ropa íntima, va de intimidad y no puede venderla cualquiera, 28 años de intimidades, de sostenes y secretos, son muchos sostenes y muchos secretos.
Esto no es como despachar pan.
Y digo a mí porque la ropa íntima, va de intimidad y no puede venderla cualquiera, 28 años de intimidades, de sostenes y secretos, son muchos sostenes y muchos secretos.
Esto no es como despachar pan.
Pero bueno, empieza el mes, empieza la semana y empieza una
nueva etapa. Ya estamos metidas en harina!