Uno
de los principales reclamos publicitarios de las tiendas de corsetería son los carteles,
siempre están presentes en nuestros escaparates o en alguna de paredes de la
tienda, algunos son geniales, otros muy vistosos, los más muy sugerentes, sobre
todo desde que la modelo Bar Refaelli hace las campañas de Passionatta.
.jpg)
No es de extrañar pero no tengo por costumbre
darlos, porque muchas veces se los paso a compañeras que no tienen la
publicidad o que los necesitan para alguna campaña y entonces es su escaparatista
el que me los pide y los utiliza.
.jpg)
Cuando reaccioné puse mi cara de poker y le dije
que no podía dárselos con la misma excusa que les doy a los chavales y se fue, dejándome
revuelto el cuerpo.
¿Realmente era necesario compartir esa información?
Esta
señora ya estaba “fichada” en mi anecdotario por una conversación de hace algún tiempo en la que toda
orgullosa, me contó -mientras la atendía a ella y a otra señora que venía con dos
niños vestidos con el chándal del colegio próximo a mi negocio- que su cuñado era el
profesor de gimnasia de ese colegio y que era un deportista y un profesor buenísimo, que
desde pequeño ya el médico de su pueblo le dijo que tenía “pie de atleta…”
A
veces parece que más que el cuaderno de bitácora de un negocio estoy
escribiendo un guión para una película de Pedro Almodóvar ...
Pero es que ni de lejos podría tener yo imaginación para inventar tantas y semejantes historias, la realidad supera con creces a la ficción y estas son mis experiencias. Muchas de ellas son increíbles, ya lo sé, pero me limito a contarlas como escritura terapéutica.