Revuelta


Recién llegada de las vacaciones hicimos una  puesta al día y en común mi amiga la de la tienda cercana a la mía (antes de enterarnos de la amenaza de la nueva tienda que nos abren cerca).Ella me contó lo deshabitado que había estado el barrio en este tiempo y un puñado de anécdotas que como a mí le hacen tener la impresión de que este hábitat nuestro es un reducto aparte que a veces parece no tener nada que ver con el mundo “normal” de las ventas.
Podría escribir otro blog con sus anécdotas, de hecho algunas con su permiso las contaré aquí más adelante, porque tampoco tienen desperdicio.
El caso es que al regreso y al contarle las regañinas de mis clientas por mi cierre vacacional me comentó un poco hastiada que las ventas habían estado flojas, pese a las muy buenas rebajas que había propuesto. Me preguntó si me había fijado en cómo andaban las rebajas por el norte y le comenté que ni mucho menos he encontrado las “gangas” que proponemos aquí y que en mis vacaciones  en una de las ciudades españolas en las que estuvimos compré una camiseta en “rebajas”, la camiseta me costó 20 euros y tenía una rebaja el último día  de agosto de 6 euros y la señora que me la vendió me recalcó hasta en cuatro ocasiones la muy espléndida rebaja, cada vez que me lo decía yo le respondía con un bien medido “fenomenal… " exento de los aspavientos que parecía demandarme la señora,  yo creo que esperaba incluso que le hubiera hecho la ola o algo así por tan “tremendo” descuento…

“Exactamente lo mismo que aquí” dijo mi compañera y como ejemplo me cuentó el caso de una Pitirritante  de esas que compartimos que fué a su tienda a explicarle  que le interesaba mucho un precioso bañador de Ory que tenía a mitad de precio pero que “le vendría mejor” que estuviera al 70 %... al explicarle mi amiga que eso no iba a suceder, la “Pitirritante” le respondió -sin cortarse un pelo- que "ya veríamos lo qué pasaba el año que viene…” y que no le hacía falta para este año, que podría esperar….(¡!)
Estas cosas me devuelven  al mundo real, y si acaso me congratulan con la idea de que no sólo sufro yo las incontinencias verbales de las “señoras” clientas, no por aquello de mal de muchos… sino porque a veces me da la impresión de tener manía persecutoria  y que me siento  asediada por maquiavélicas potenciales clientas (a las que llamo Pitirritantes) que tratan de hacerme la vida laboral imposible.

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Ya detrás de mi propio mostrador y contenta de haberme reencontrado con mis Pocholas a las que aprecio cada día más - y de las que no hablo porque no me dan guerra y espero no se  conviertan en raras avis, a juzgar por como despuntan los tiempos y las pitirritantes-, tuve la ineludible visita de Doña Pola (nuestra vecina que sufre de trastorno bipolar) que vino a avisarme -como ya había avisado a sus hijos y demás familia- de que a las doce en punto de la noche iba a acabar con su vida... hace 20 años que lo viene anunciando. Cualquier día lo cumple. 
 En fin... ya estamos de vuelta! y hemos empezado con la  visita de una clienta vecina, que vive dos portales más abajo de mi tienda, que en las rebajas de enero pasadas, me hizo un apartado con tres conjuntos de mitad de precio que nunca tuvo a bien  recoger.
No obstante aprovechaba momentos en los que coincidíamos en la calle pero en los que no podía hablarle francamente, para pedirme que se lo siguiera guardando que en cuanto pudiera se pasaría… así todas las rebajas del invierno pasado.

Hasta que pasaron las rebajas y empecé a notar como esta mujer  me esquivaba.
Esto de esquivarse en pequeñas capitales de provincia es una práctica que la gran mayoría de habitantes aprende e incluso son capaces de elevarlos a la categoría de arte.
Al final ni vendí los conjuntos ni vino a por ellos, así que los vendí en estas rebajas de verano.
El segundo día después de mi regreso, justo abriendo el escaparate y al volver la esquina me la encontré de sopetón y la saludé un poco seca–lo reconozco-,  al rato parece que se armó de valor y vino a contarme todas las desdichas que se le ocurrieron y que consideró que serían suficiente excusa para haberme tenido  en suspenso la venta de aquellas prenda: se había cambiado la cocina ("con unos muebles de color fucsia que se le había quedado preciosa") un accidente espectacular pero no muy grave con el coche cuya reparación le había privado de cualquier capricho, la visita de sus hijos y nietos en feria …. yo que sé cuantas “contingencias“  más y me dijo que les seguían haciendo falta y que si las seguía guardando(¿¿¿¿¡¡¡¡¡....!!!!!????) que en cuanto pudiera vendría a por ellas porque las quería y le hacían falta, ya que no compraba ropa interior en otro sitio que no fuera mi tienda…bla, bla, bla…
Yo le agradecí que viniera a explicarse puesto que me tenía un poco sorprendida con su actitud, y le "expliqué "que tenía que entender que ocho meses eran mucho tiempo como para guardarle a nadie nada (¡por muy vecina de toda la vida que fuera!).
Cuando se fue en mi interior escuché una vocecita que con mi mismo tono de voz me decía  “Bienvenida a casa”…


"El sostén mitos y leyendas, manual de uso..."



Francesc Puertas editorial Arcopress
«Una obra tan curiosa y original como de gran utilidad práctica» 


 Este libro desmonta “mitos y leyendas” en torno al sostén, esa pieza de ropa interior de muy antiguo uso y sobre la que, sin embargo, pesa aún un notable desconocimiento. 

Se recoge su evolución histórica, el porqué de su uso y de sus construcciones, y sobre todo, se facilita una correcta comprensión de las tallas y copas. 
Los estudios realizados indican que más de 7 de cada 10 mujeres utilizan una talla y copa equivocadas. 
La consecuencia es que la mitad de las consultas a profesionales de la salud sobre dolores mamarios se deben a un uso inadecuado, lo que no es de extrañar dada la complejidad para entender el funcionamiento de tallas y copas y la poca o nula información al respecto.
El conocimiento de cuál es la talla y la copa del sostén es sumamente importante para toda mujer. Conocer su morfología y saber cuál es el patronaje que “vestirá” mejor, saber cómo quiere verse y el uso que le dará, son algunas de las preguntas que debe hacerse. Si se va a usar para hacer deporte, para reducir el volumen, proyectar el pecho, mostrar escote, ir sin tirantes, salir de fiesta, seducir… Su uso condicionará la función y estética del sostén, desmitificando afirmaciones y tópicos muy extendidos pero erróneos.


 Francesc Puertas (Martorell, 1957)

Comunicador y experto en corsetería. Dedicado a la investigación y comunicación mediante conferencias, participación en eventos y medios de comunicación (prensa, radio, TV).
Creador y trainer de cursos de formación destinados a especializar profesionales del sector.
Trabajó en Vives Vidal Vivesa / VF Intimates / Vanity Fair Brands Europe (2003-2008). En 2004 inicia la nueva división de negocio Belcor Pharma.
 Desde 2008 sigue colaborando con distintos medios de comunicación (prensa-radio-tv-online), con marcas, instituciones y universidades.
 Impulsa una amplia gama de proyectos destinados al mejor conocimiento de esta prenda.