Tipos de clientes:Las cantarinas


Es una modalidad que está proliferando, son señoras mayores, de presencia correcta, jubiladas y por lo visto deben de pasar mucho tiempo solas y semuestran despreocupadas y bastante desinhibidas, vienen a la tienda a mirar, y se pasean entre los artículos, despacio, sin prisas, descolgando y volviendo a colgar la ropa que tenemos en las perchas y desde que entran hasta que se van se lo pasan tarareando. Es como si llevaran un Mp3 pero mental.
las tengo contabilizadas. Tres de ellas son clientas habituales y hace poco fichamos una cuarta. Lo más curioso es que todas se encuadran en un mismo perfil de edad y casi físico, su manera de ser y de comportarse  es en todas similar y su manera de vestir y de desenvolverse. La música tampoco las distingue, sin ser la misma melodía si suenan todas parecido.
Vuelven con cierta periodicidad (su posición de jubiladas les hace tener mucho tiempo) casi siempre solo a mirar y hacen su recorrido con su tonadilla
Apenas paran de tararear si tienen que interactuar conmigo, sólo si les apetece contarme algún episodio del tipo:
-Buenas tardes….(nananananana….) es la comunión de mi nieto y me he comprado un vestido con abrigo –no se sabe qué tiempo hará-(nanananananalaaa…) Vengo muerta…me ha costado horrores encontrar un zapato cómodo que le fuera a la tela del traje(nanananananaaaa….)
Mientras espero que me cuente en qué puedo ayudarla. Va mirando pijamas ,batas, camisones ….
 -Mmmmmhummmm,nanana…Ya te traeré los zapatos para que los veas, Los he dejado en la horma....hummmnananana…Necesito un par de medias de un color que no sea muy oscuro(nanana….nananaaa) pero para eso vengo  otro día…lananalaaaa…¡Que bonito esto!
 Y acto seguido retoman su melodía.
Parece algo exagerado pero lo transcribo literal,porqué es que incluso en el mostrador mientras miran y aprecian los sujetadores, fajas o braguitas que por encargo suyo les muestro ellas siguen con su cantinela, mientras les atiendes, se prueban, eligen o les cobras ellas tararean y tararean como indiferentes a quién o qué está a su alrededor.

No resultan para nada estridentes, aunque si un poco chocantes  y es algo incómodo porque parece que no están en lo que están cuando les atiendes. (o que se les “ha ido la olla”, cómo me dijo una adolescente después de que la señora se hubiera marchado.)
Por lo demás son encantadoras y si les conviene o corresponde comprar algo, No causan ningún problema, pagan y se van con la música a otra parte.