Sus intenciones son claras y a veces tiene el detalle de
comentarlas:
-Sólo vengo a mirar…
Pero no es cierto. Viene a pasar el rato, y depende de cómo
sea ese rato si tiene mucho o poco tiempo, así te va a dar más o menos trabajo.
No se trata de la mujer que aprovecha un ratito libre para
mirar lo que tienes o buscar alguna cosa que le interese y que en otro momento
volverá más despacio y con más tiempo a probarse o a comprar. No. Aquella es
una cliente tipo Pochola y normal, siempre bienvenida y a la que, mientras la estas atendiendo, no sientes que te
está robando tu tiempo sin ninguna consideración. La mirona sí.
El cinco de enero -la noche de
Reyes-, es para cualquiera que tenga un comercio o que trabaje cara al público
un día de locos. Se trabaja a destajo, no se cierra a medio día y los que apenas contamos con ayuda sabemos cuándo
abrimos pero no cuando cerraremos y tampoco nos preocupa porque cuanto más tarde
sea ese cierre mucho mejor por que significará clientes, ventas y menos stock
para las rebajas que empiezan el día 7 sea lunes , miércoles o domingo.
Entre medias sólo un día -el día de Reyes-para
marcar todas las prendas que se van a vender en rebajas, con los nuevos precios, hay
que sacar los saldos, stocks de otras temporadas, cambio de escaparates, colgar
carteles, etc.
Son fechas de locura.
Hacía por lo menos veinte minutos que no había entrado
nadie y esto nos sirvió para darle una
buena avanzadilla a la limpieza de los escaparates. Las luces desmontadas se apilaban a un lado del suelo, un inmenso
saco lleno de guirnaldas también se hallaba de por medio y el sillón decorativo
estaba atestado de prendas esperando ser dobladas o colgadas en sus perchas…Un
caótico escenario.
-Buenas noches, disculpe el desorden ¿Qué desea?
-Yo… venía a ver
sujetadores.
- ¿Cómo lo iba buscando? Me salí del escaparate y casi me
mato con los escalones de un taburete.
-…No lo sé, no voy a comprar, sólo venía a ver… (¿A las once y media de la noche, noche de Reyes?)
- Por favor eche un vistazo a los que están colgados y si ve alguno que le interese no dude en preguntarnos.
Efectivamente su intención sólo era la de pasar el rato
mientras esperaba a que la recogieran. Pasados unos largos minutos en la calle
se oyó un pitido (pese a lo tarde que era)y se marchó sin decir adiós...
Tengo que reconocer que esa misma e inolvidable cliente
si que regresó. Lo hizo unos meses más tarde y se probó bastantes sujetadores de su talla, una
talla no muy común. En esa ocasión vino también a mirar e informarse, como confesó al terminar:
-Este me gusta. Pero sólo he venido para saber los precios,
tengo que pensarme el color. Ya vendré en otra ocasión…(Pasaban veinte minutos
de la hora de cierre). De nuevo, de idéntica manera, tras oírse un pitido
insistente, se despidió -esta vez sí- y se fue…
Pasado el tiempo regresó de nuevo, diez minutos antes de la
hora de cierre a medio día (cuando la vi aparecer instintivamente miré el
reloj).
-Hola, venía a ver qué sujetadores tenéis de mi talla.
-Hola. Si, ¿De qué color lo querías?
-No lo sé, uno que me esté bien…No me lo voy a llevar ahora,
es por verlos y saber qué precio tienen.
No pude evitarlo, me fui directamente al que en su día
le gustó y se lo enseñé. Ya se estaba acomodando para darme otra sesión de
“sala de espera”…
-La última vez que estuviste aquí después de probarte unos cuantos, el que
mejor te quedaba y el que más te gustó fue este …Y le abrí la caja donde estaba
el sujetador de la talla y del color que quedó en comprar la última vez que
tuvo que hacer tiempo.
-¿Anda y te acuerdas? Su tono era de decepción…
- Si….-le dije en mi tono más amable- para mi negocio tengo muy
buena memoria.-También te pareció muy bien el precio, pero no tenías tan claro
el color ¿Te lo vas a llevar en piel o en negro?
Procuré darle a entender que estaba segura de que esta vez venía a comprarlo…
-¿También te acuerdas de eso?
-Perfectamente, es mi trabajo.
-Bueno pues… si acaso me lo pienso y veo cual me conviene
más y ya vuelvo…
-Muy bien, le dije sonriendo.