Soy humana y
por encima de todas las cosas quiero seguir siendo yo, no ponerme un uniforme
especulativo, racional para estar cara al público y luego un vestido mental
de calle distinto.
Estamos de acuerdo en
que todos somos multifacéticos, tenemos una cara para casi cada ocasión, para
casi cada circunstancia, pero el núcleo de ese poliedro, la esencia
personal de cada uno, debe de ser compacta y debe de seguir intacta por muchos
reveses que tenga tu jornada o la etapa por la que estés pasando.
Y yo en mi
trabajo lo procuro y procuro, a pesar de que cada cual me presente una
situación distinta e incluso viva situaciones distintas de manera simultánea, intento
mantenerme siempre en una línea. Pero siempre viene alguien con sus cuestiones,
con sus preguntas casi siempre de fogueo que me pillan desprevenida, con la
mente descargada.
Da igual el tiempo
que una lleve detrás del mostrador, no sirve la experiencia para salir airosa. Tal
vez sean los dislates de las clientas que rompen los esquemas y piden
respuestas imposibles a preguntas estrafalarias…porque ¿Cómo definiríamos la
pregunta que una mujer me hizo a bocajarro tras 4 meses de venta de
bañadores ya metidos en la 2ª rebaja y más de las ¾ partes vendidas a golpe de
probador y de oratoria?
La segunda rebaja en
prendas de temporada, atrae a muchas compradoras que de otro modo no se animan
a venir.
Las Pocholas aprovechan
prendas de moda a mejores precios y se las ve encantadas con la
ventaja que da el comprarse buenas marcas a precio más bajo. Se contentan con
lo que hay, no piden imposibles, compran con placer y es un placer atenderlas.
La peculiar
cliente que nos ocupa es una simbiosis entre Pitita y Pitirritante.
Esta mujer me visita
dos veces al año, coincidiendo con las segundas rebaja. Año tras año la veo
aparecer por estas fechas. Cada año que pasa se va volviendo más quisquillosa,
más recalcitrante, siempre viene con sus peticiones rigurosas de algún
modelo –normalmente de los de más precio-, que tiene “fichado” desde principios
de temporada, que a buen seguro hace semanas que se agotó y si queda algo es en
una talla o muy pequeña o muy grande, pero encima tiene una de las tallas
centrales de más venta, así que sería un milagro que quedara…
- ¿Tendrás
algún bikini de braga media… Ya sabes, ni alta ni baja, con no más de tres
dedos de anchura en la cadera, con la parte de arriba con forma de sujetador,
sin relleno y con escote en “uve”? Lo quiero de tirante fino graduable. Pero
tiene que levantar el pecho.
- ¿De
qué talla lo va buscando?
- Una
42-44… No me llames de usted que no soy tan vieja…
- ¡Para
nada! ¿De pecho la 95?
- ¡Noooo!
¡Yo siempre he usado la 90!
Mi ojímetro
me dice que es una 95 pero ella no la admitiría…
- Me
quedan todos estos ¿Cómo los ves de talla de sujetador?
- Si….me
parece bien.
Lo admito...le enseño
los de la 44. ¡Es que si le doy a probarse la 90 (42) y le está pequeño lo
mismo se me frustra!
- ¿Y
este?
Me señala un bikini que efectivamente reúne
todas las características que pide
- Con
el descuento, en 74 €.
- ¿Pues
qué valía antes?
- 105,90
€
- ¿Qué
le haces sólo el 20?
- Ya
tiene el 30. Ahora sale fenomenal….Lo que pasa es que sólo queda una 38.
- Que
va… (Ni me oye). No quería gastarme tanto…
- ¿Y
este? -Me señala otro que sale a menos de la mitad del otro ya rebajado.
- Ese sale en 35€.
- ¿Hay
de mi talla?
- Sí,
de ese sí que queda.
- ¿Vinieron
muchos?
- ¿Perdón?
(pregunto para ganar tiempo).
- Que
si de este modelo habéis vendido muchos…
- Solemos
traer uno por talla y color y si es un buen modelo las centrales a dos… (¿A ese
precio pretenderá que sea un modelo exclusivo?).
- Es
que yo llevaba la idea de que fuera en tonos marrones mezclados con turquesa….
(Como el de los 105 euros).
- Bueno
mujer a lo mejor así no…pero tengo estos que quedan preciosos….
- Si,
estos dos me gustan…Esos nada… ¡Me parecen feísimos…!
- Bueno,
(ahora hago como que no la he oído yo) pues espera un momento que se quede
libre el probador y pasas a ver qué tal….
La dejo un momento para resolver
una duda que dos clientas tenían sobre una bata para una embarazada y cuando
regreso a mi Pitita de pronto me suelta sin avisar ni nada…
Hasta
las de la bata premamá se volvieron a mirarla…
- Mire…
– (cuando quiero poner distancia como si tuviera un resorte, me sale de
nuevo el usted) tenemos carteles que por higiene recomiendan probarse el baño
con sus braguitas puestas…
- Ya…
- Yo
si usted quiere les cambio el plástico protector que llevan por unos nuevos…
- No,
no me has contestado ¿se los habrá probado mucha gente?
(¿Me estaba
pidiendo que le mintiese, me estaba poniendo a prueba o de qué iba la
pregunta?)
- Mujer,
la temporada de baño es muy larga…
- ¿Si
o no?
- Pues
no sabría decirte si esos específicamente se los han probado mucho o poco pero
clientes gracias a Dios hemos tenido muchas…
- Y el
baño hay que probárselo…
- Si,
es recomendable. Es muy difícil saber sin probárselo si es el modelo que mejor
te sienta…
Creí de verdad que con las
mismas se iría pero no, se dispuso a esperar a que se desocupara el probador y
fue a sentarse a un silloncito que tenemos para que puedan esperar cómodas a
que el probador se desocupe… Un sillón con muchísimo tráfico…
-Vale
pues me espero.
Cuando apoyó su pompis en el cojín
puso cara de desagrado, la misma que pondría si se hubiera sentado en una tarta
de merengue…
- ¡Aughhh…Está
caliente….!
Dijo refiriéndose al asiento. Se
levantó y le dio la vuelta al cojín.
Al momento se levantó, dejó los
bikinis encima del mostrador, me dijo que se lo iba a pensar y salió por la
puerta.
Recuerdo que en las anteriores rebajas
tuvimos también una escenificación parecida con un pijama...pero en aquella
ocasión lo compró.
Con este tipo de clientes me queda
siempre un poso de frustración, porque sé que en muchos casos –y en este
en concreto- es como una pose para llamar la atención y tal vez no le presté la
atención que demandaba... pero me pilló con la mente vacía de respuestas
imaginativas. También podría decir que había rebasado mi cupo de
clientes "pamplinosas", pero teniendo un comercio, no te puedes
permitir tener cupos de ninguna clase.